Si has sufrido lesiones por la negligencia de otra persona, es importante que sepas cuáles son tus opciones legales. Es probable que tengas que hacer frente a facturas médicas y posiblemente a daños materiales, pero también es posible que te enfrentes a consecuencias menos cuantificables.
Estas pérdidas menos visibles se conocen como daños no económicos. Saber más sobre ellos y en qué se diferencian de los daños económicos garantiza que te reembolsen los daños tangibles que has sufrido y los que no se pueden cuantificar.
Daños económicos frente a daños no económicos
Los daños no económicos se refieren a los tipos de indemnización que no tienen un valor monetario concreto. Son subjetivos y representan las pérdidas personales sufridas a causa de un accidente o una infracción.
Por el contrario, los daños económicos son indemnizaciones por pérdidas monetarias en las que has incurrido y que pueden vincularse a un valor monetario objetivo, como gastos médicos, salarios perdidos y daños materiales.
Tipos más comunes de daños no económicos
Comprender los daños no económicos puede parecer un reto debido a su naturaleza subjetiva. He aquí algunos tipos y ejemplos comunes:
Dolor y sufrimiento
El dolor y el sufrimiento se refieren a la angustia causada por una lesión, incluyendo tanto el dolor inmediato como cualquier molestia o agonía continuada.
Angustia mental y aflicción emocional
No todas las cicatrices son visibles: los incidentes graves pueden desencadenar repercusiones psicológicas como trastornos de ansiedad, depresión o trastorno de estrés postraumático (TEPT). Puedes recibir una indemnización por estos trastornos.
Desfiguración
Se refiere a los cambios en el aspecto físico debidos a la lesión, como cicatrices y quemaduras considerables, que a menudo causan angustia emocional.
Discapacidad física
El deterioro físico incluye las limitaciones funcionales o discapacidades derivadas de un accidente que impiden tu estilo de vida. Por ejemplo, quizá ahora estés confinado a una silla de ruedas.
Pérdida de disfrute de la vida
Los accidentes tienen la desafortunada capacidad de robar a las víctimas ciertas alegrías de su vida. Cuando es así, se puede pedir una indemnización. Por ejemplo, quizá te encantaba jugar al fútbol todos los fines de semana, pero una lesión grave por accidente vehicular te lo impide ahora.
Cálculo de los daños no económicos
Calcular los daños no económicos puede ser difícil, ya que dependen en su totalidad de cada caso. Aunque no existe un cálculo universal, hay dos formas habituales en que los tribunales y los abogados determinen una cantidad en dólares:
Método Per Diem
Este método asigna un valor diario al daño moral y a otros daños no económicos, que luego se multiplica por el número de días que la víctima los ha padecido.
Por ejemplo, si se tarda 180 días en recuperarse de una lesión cerebral y el importe de las dietas se fija en $100, la parte lesionada podría pedir $18,000 como indemnización según este planteamiento.
Método del multiplicador
Más comúnmente utilizado, el método del multiplicador aplica una cifra entre 1.5 y 5 a las lesiones de la víctima, siendo 5 la más grave. A continuación, esa cifra se multiplica por los daños económicos totales.
Así, si los gastos médicos y otros daños económicos suman $50,000 y se asigna un multiplicador de 3, los daños no económicos equivaldrían a $150,000 ($50,000 x 3).
Los tribunales y las compañías de seguros no siempre están de acuerdo con los importes de las dietas o el multiplicador utilizado, o pueden intentar llegar a esa cantidad de una forma totalmente distinta. Tu abogado puede ayudarte a luchar por lo que mereces, ya sea mediante negociación o litigio.
Pruebas utilizadas para demostrar los daños por daños no económicos
Como puedes ver, probar los daños no económicos puede ser un poco confuso, pero suelen utilizarse varios tipos de pruebas:
Historiales médicos
Los detalles documentados sobre las lesiones físicas que sufriste en el accidente pueden ayudar a fundamentar las demandas por lesiones personales relativas al dolor y el sufrimiento. Esto incluye informes médicos, planes de tratamiento, facturas médicas y pronósticos futuros.
Informes de profesionales de la salud mental
Los testimonios o historiales de terapeutas u otros profesionales de la salud mental pueden desempeñar un papel importante a la hora de validar la angustia emocional sufrida por un accidente.
Anotaciones en el diario personal
Llevar registros que documenten los retos diarios puede ser una prueba contundente de lo difícil que ha sido tu vida desde el accidente.
Declaración de testigos
Los familiares cercanos y los amigos que hayan observado cambios en tu comportamiento o estilo de vida pueden hablar en tu nombre. Esto permite al tribunal o a la compañía de seguros hacerse una mejor idea de hasta qué punto se ha visto afectada tu vida y hasta qué punto ha sido visible para los demás.
Cartas de tu empleador
Una carta de tu empleador puede afirmar los cambios que ha observado en tu capacidad para realizar las tareas y reflejar la transformación que ha notado en tu estado de ánimo o productividad. Aunque esto es obviamente útil para los salarios perdidos, también es importante para establecer los daños no económicos. La incapacidad para trabajar y ganarte la vida como lo hacías antes del accidente puede repercutir significativamente en tu salud emocional.
Pruebas fotográficas
Las fotos de lesiones visibles (como cicatrices o desfiguración) pueden dar a los implicados una mejor comprensión de lo que estás pasando y pueden ayudar potencialmente a establecer daños no económicos.
Un abogado experimentado en lesiones personales de Friendswood puede ayudarte a recuperar daños no económicos
Independientemente de los daños no económicos que hayas sufrido, es fundamental que hables con un abogado de lesiones personales para asegurarte de que recibes la indemnización a la que tienes derecho. Si necesitas ayuda, no dudes en ponerte en contacto con nosotros al (281) 992-8633 para programar una consulta gratuita con uno de nuestros abogados de lesiones personales de Friendswood.
